viernes, 24 de octubre de 2008

El Presupuesto de la Nación

El Presupuesto Nacional se refiere a los gastos e ingresos estimados que tiene el Estado relativos a un año calendario en particular. Tiene entre sus múltiples propósitos realizar una evaluación del total de los ingresos y los gastos del Estado. Busca establecer un razonable equilibrio entre los gastos y los ingresos, haciendo posible una evaluación de los efectos que ellos producirán sobre la economía. Sobre todo ello priva un cálculo que contiene elementos de incertidumbre propios de la naturaleza de realización de las actividades que allí se especifican como cuentas, programas, proyectos, y acciones que se supone van a ser implementadas en el período de la duración presupuestaria.

La temática presupuestaria como tal se encuentra ubicada dentro de un campo de análisis denominado la Economía Pública, cuyos objetivos e instrumentos provenientes de la esfera de lo público no sólo tienen que ver con aspectos normativos, como reglas y principios para conseguir un deber ser, sino también con la utilización de recursos concretos y específicos conducidos a determinados fines socioeconómicos.

Múltiples propósitos se presentan a la hora de asignar los escasos recursos de los cuales se dispone. Deudas acumuladas, problemas no resueltos, variación en el precio del barril de petróleo, necesidades cambiantes y crecientes, forman parte de un contexto donde cualquier actividad presupuestaria debe moverse. Así igualmente se encuentra la necesaria búsqueda de una estabilidad económica que logre los objetivos del pleno empleo y un nivel de precios aceptables.

De la misma manera se intenta alcanzar una tasa conveniente de crecimiento productivo que vaya dirigida a una distribución equitativa de la Renta Nacional y el mejoramiento de la distribución del ingreso. Los fines y medios en su búsqueda de una racionalidad formal deben adecuarse a los propósitos más generales de un modelo de desarrollo que se pretende construir en el país. De allí los necesarios vínculos entre la planificación y la programación presupuestaria.

En el caso venezolano, nuestra Constitución Bolivariana fija algunas pautas para el régimen presupuestario dentro de lo que expresan los artículos del 311 al 315 inclusive. Veamos algunas de ellas.

La primera referida al equilibrio plurianual de manera que los ingresos ordinarios deben ser suficientes para cubrir los gastos ordinarios. Una segunda pauta se refiere a que el ingreso generado por la riqueza natural del subsuelo y los minerales debe orientarse al financiamiento de la inversión productiva, la educación y la salud. Una tercera se refiere a los límites del endeudamiento público, de allí que se requiera la presentación anual junto al Presupuesto de una ley especial.

Varios principios rigen la gestión fiscal: la eficiencia, la solvencia, la transparencia, la responsabilidad y el equilibrio. En cuanto a la eficiencia no hay duda que cualquier impuesto afecta la conducta de los consumidores y los productores en la búsqueda de su maximización de beneficios, ciertamente inmediatos, menos claros la influencia a más largo plazo en sus efectos, por ejemplo, los de tipo ecológico.

La supuesta racionalidad del mercado con sus conocidas imperfecciones, traduce la eficiencia fiscal en otra de tipo económico en cuanto a sus posibles consecuencias financieras y organizativas de la producción. La solvencia la vinculamos, en parte, a la capacidad administrativa de la gestión fiscal la cual debe ser sencilla y flexible para adaptarse a los cambios en las coyunturas.

Por lo que se refiere a la transparencia, este principio puede asociarse a la pulcritud del ejercicio administrativo llevándolo a la imagen que daba el Ministro de Hacienda de Luís XIV, al decir que "el arte de la tributación consistía en desplumar el ganso de tal manera que se le pudiera quitar el mayor número de plumas con la menor cantidad posible de ruido".

La responsabilidad en mi criterio debe estar relacionada con la justicia distributiva. Se trata de lograr una igualdad sustantiva de allí que el Estado termina jugando un importante rol en la redistribución de la renta al permitir la transferencia de unos sectores a otros. Finalmente, la búsqueda del equilibrio se encuentra en la raíz de un necesario sentido de la rigidez administrativa al considerar los recursos de los cuales se dispone, los que se le debe a otros, los que se generan de manera propia y la forma de distribución de los mismos.

En el caso venezolano importantes y necesarias relaciones deben establecerse entre el Ejecutivo Nacional y la Asamblea Nacional, para así fijar pautas generales de presentación y responsabilidades relativas a las partidas presupuestarias y la fijación de los gastos e ingresos. Igualmente el Ejecutivo Nacional tiene la obligación de rendir cuentas y el balance de la ejecución presupuestaria ante la Asamblea Nacional.

Un aspecto que no puede soslayarse al considerar el régimen presupuestario se refiere a los componentes del Poder Público el cual se distribuye entre el Poder Nacional, el Estadal y el Municipal. Por otro lado se divide a su vez en el Poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. En consecuencia todas las ramas del mismo Poder Público con sus funciones específicas condicionan los objetivos y recursos de cada parte del sistema.

El Presupuesto como tal constituye un importante instrumento de gestión pública que debe reflejar los lineamientos de acción propuestos por el Ejecutivo Nacional. De allí sus vínculos con los Lineamientos Generales del Plan de la Nación, igualmente la elaboración del Plan Operativo Anual debería cada vez más ser la expresión de un conjunto de prioridades que permitan orientar la acción gubernamental.

No hay duda que las complejidades y las formas actuales del aparato del Estado venezolano, en particular su rigidez burocrática, requieren adaptarse a los tiempos que corren. Se plantea la necesidad de dar un salto cualitativo en términos de avanzar hacia la formulación de un Presupuesto por proyectos que haga más eficaz la labor gubernamental del actual Presupuesto por programas.

En consecuencia la interacción de la acción de gobierno debe tener en cuenta la presencia de las fuerzas políticas, económicas y sociales que operan en la realidad del momento que se vive. El Presupuesto Público de cada uno de nuestros países incumbe a todos los ciudadanos y ciudadanas. Es indispensable que los ciudadanos hagan oír su voz y cuenten con mecanismos de participación para garantizar que éste se convierta en una herramienta para el desarrollo y la eliminación de la pobreza. En la elaboración del Presupuesto Público, los criterios financieros y contables, deberían estar sujetos a un sensato proyecto nacional que implique la aplicación de políticas favorables a un crecimiento con equidad y a la superación de la exclusión social. La comunidad internacional reconoce que los diferentes procesos para la elaboración de los presupuestos nacionales son un determinante importante en los alcances de los objetivos de política pública. Presupuestar con base a resultados no solo contribuye a establecer una mejor disciplina fiscal, sino promueve efectividad en la asignación de recursos y promueve la transparencia y la rendición de cuentas. De esta manera se busca que el presupuesto no sea manejado como un vehículo de asignación de recursos y control de gasto exclusivamente, sino que sea un medio para alcanzar los niveles deseados en la asignación de presupuesto con base a resultados, de forma tal que su correcta aplicación sirva para combatir la corrupción y fortalecer la democracia. Aspecto que en Venezuela debe evaluarse, por que a mi juicio ha sido un fracaso, desde hace varios años, pero de manera acentuada en estos últimos, debido a la improvisación de quienes han conducido los distintos entes ministeriales y que tienen bajo su responsabilidad las políticas publicas y económicas del Estado.
Abg/ Gabriela Helena Herrera Fernández

2 comentarios:

Marly Yamilet Benitez Zambrano dijo...

Buen trabajo, corto pero con mucho criterio.

Marly Yamilet Benitez Zambrano dijo...

Buen trabajo, corto pero con mucho criterio.