Los venezolanos contamos con distintos mecanismos para materializar la participación ciudadana, que de una u otra forma van dirigidos a profundizar la democracia en nuestro país, y así lo establece nuestra constitución la cual dispone en reiterados artículos el fomento de la participación ciudadana y no solo se limita a establecer la intervención ciudadana en el aspecto político como lo es participar en las consultas populares, la actividad legislativa, o solo votar para elegir a nuestros gobernantes, sino que la impulsa mucho más allá, abocando a la ciudadanía a participar en lo social y en lo económico es decir en la autogestión y cogestión , porque la participación ciudadana no puede, ni debe, limitarse a “un voto”, a ser solo una participación cuyo fin es elegir quien nos represente, o como algunos llaman de segundo grado, la genuina participación va mas lejos de la línea del sufragio. Y es aquí donde entra en juego el presupuesto participativo el que tal vez muchos venezolanos desconocen lamentablemente, para tener una idea, se puede definir como una herramienta a través de la cual el ciudadano común se involucra e interviene en la definición de los gastos y en la determinación de las prioridades del Municipio, aportando sus ideas y conocimientos para que junto con el apoyo técnico de la Alcaldía se defina la mejor forma de invertir el presupuesto de la localidad.
De una manera más simple, se puede decir que el presupuesto participativo, es aquel presupuesto que se elabora entre dos actores , la comunidad por una parte y las autoridades por otra, donde se espera que dicha fórmula de un buen resultado en cuanto a los objetivos planteados.
No obstante el presupuesto participativo más que una llave entre la comunidad y las autoridades tiene un trasfondo más sustancial para cualquier sociedad que es cristalizar la efectiva participación ciudadana, hacer de la participación ciudadana un medio , es decir el instrumento para llevar a cabo los objetivos planteados en el presupuesto pero con la intervención social en todas sus fases, desde su elaboración hasta su ejecución, donde es el propio ciudadano quien identifica la necesidades que adolece y establece sus prioridades así como también determina los gastos e inversiones del presupuesto local, con el soporte técnico adecuado.
Ahora bien, demos un vistazo a groso modo de cómo se desarrolla un presupuesto participativo: el primer lugar lo tiene la Participación: se realizan las jornadas donde participará la ciudadanía para definir las necesidades de la comunidad; luego vienen los Acuerdos es decir se llevan a cabo asambleas, para llegar a un consenso sobre las necesidades ya identificadas por la ciudadanía y de esta manera jerarquizar prioridades; en tercer lugar la Decisión: es aquí donde entra en juego la llave “Comunidad-Autoridad”, se define el presupuesto basándose en las necesidades y prioridades ya manifestadas por la comunidad, y se procede a la elaboración del presupuesto participativo por parte del soporte técnico de la Alcaldía. Ya por último la Aprobación la cual compete al Consejo Local de planificación Pública, donde se discute y aprueba el presupuesto. Una vez que se han desplegado cada uno de estos pasos tiene lugar el control y supervisión por parte de la ciudadanía.
Siguiendo este orden de ideas podemos precisar que el presupuesto participativo es un mecanismo interesante para promover el desarrollo humano, económico y social de un Municipio, que resulta atractivo para fomentar de alguna forma la democracia participativa de la mano de la gestión pública teniendo como base fundamental la participación ciudadana. El cual ofrece innumerables ventajas encauzadas a un objetivo “la mayor transparencia posible en la gestión publica” y de esta manera se apunta al bienestar de la sociedad.
Por consiguiente a través del presupuesto participativo, se amplían y avivan los campos de participación ciudadana haciendo de esta una herramienta efectiva y no una utopía constitucional, mediante este tipo de presupuesto se ofrece a la sociedad una puerta abierta para intervenir en su desarrollo como comunidad y en el progreso de su Municipio.
Por otra parte gracias al presupuesto participativo se logra mayor transparencia en la gestión publica, ya que se permite un control social sobre el uso de los recursos, lo que obliga a la inversión eficiente de los mismos, por ende, un colectivo que ha formado parte de la planificación presupuestaria de su localidad está en condiciones de ser un vigilante competente, para advertir las irregularidades de la administración pública en la ejecución del presupuesto municipal, lo que resulta positivo, ya que en el contexto venezolano la forma en que la administración pública maneja los recursos siempre ha sido tras puerta cerrada, dejando a un lado cualquier posibilidad de control social sobre su gestión, pero con el presupuesto participativo la administración pública se ve en la obligación de ceder ante la participación de una ciudadanía consciente e informada de su papel protagónico dentro de la gestión publica.
También contribuye a la inclusión de sectores olvidados y marginados pues este presupuesto esta abierto a la participación de toda la ciudadanía sin distinción alguna, su objetivo principal no puede ser otro que contribuir al logro del bienestar general, y para ello es necesaria la inserción de todos los sectores de la sociedad, he aquí el valor de nuestra participación pues no hay mas beneficiarios que nosotros mismos.
Otro aspecto importante es que se logra que las decisiones presupuestarias pasen de ser tomadas solo por técnicos y políticos que se encuentran ajenos a la realidad que vive día a día el ciudadano común, a ser establecidas por la comunidad que si vive en carne propia las deficiencias de su localidad, que conoce sus necesidades, y que es el actor mas indicado para jerarquizar sus prioridades en cuanto a la inversión del presupuesto local. Este elemento es clave para hacer más realista y eficaz cualquier planificación dirigida a una colectividad.
Es preciso señalar, que para lograr que el desarrollo del presupuesto participativo sea exitoso deben concurrir ciertos elementos, que van a resultar determinantes es su efectividad, así tenemos en primera instancia debe existir una disposición política es decir la voluntad del sector político para facilitar y dar paso a la participación ciudadana, seguido a esta la disponibilidad de recursos para llevar a cabo los objetivos planteados, y por último el elemento fundamental la sociedad a la cual va dirigido dicho presupuesto tiene que ser una sociedad dispuesta, comprometida a participar, una comunidad consciente del rol protagónico que tiene sobre sus hombros como cogestor de la actividad presupuestaria, pero no olvidemos que estos elementos deben tener un basamento legal.
Para concluir, bien sabemos que la descentralización en nuestro país se desenvuelve en un marco limitado por nuestra propia constitución, donde las competencias de nuestros municipios no tienen mayor trascendencia pero tenemos la opción del presupuesto participativo que es una herramienta que bien utilizada nos ofrece considerables ventajas.
Pero, si bien es cierto que el presupuesto participativo es una buena opción para el avance de cualquier localidad que lo ponga en práctica, no es menos cierto que ha fracasado en muchas localidades, donde los resultados deseados han quedado distantes de lo que se esperaba, o peor aun hay localidades donde no se utiliza este instrumento de participación presupuestaria; la realidad venezolana no escapa a esta situación, pero es aquí donde debemos preguntarnos :¿Sí ,el presupuesto participativo nos ofrece tantas ventajas en pro del desarrollo local, por qué la sociedad venezolana está tan ajena a involucrarse en ello? Tal vez la respuesta a esta pregunta sea que una de las fallas mas grandes de los venezolanos es la falta de compromiso social pues si nos examinamos nos daremos cuenta de la apatía que nos cobija como sociedad lo que resulta negativo, un ejemplo de ello seria preguntarnos ¿Cuantas veces hemos asistido a un acto de memoria y cuenta del alcalde de nuestra localidad? Muy pocas ¿verdad?. Ahora si no asistimos a este tipo de actos más lejos estamos de involucrarnos en el presupuesto participativo. Entonces que estamos esperando para formar parte activa de la realidad venezolana, pero siempre respetando los roles, porque participar no significa usurpar funciones, no hay que confundir la participación ciudadana con el hecho de delegar en el ciudadano la ejecución de actividades para las que no está capacitado lo que ocasionaría secuelas negativas en la sociedad.
Como ciudadanos nuestro deber es comprometernos con nuestra sociedad, haciendo a un lado la apatía a participar en la gestión pública, porque las herramientas las tenemos, lo que nos falta es disposición de actuar; y el presupuesto participativo es una forma de participación ciudadana"
En la medida que tengamos conciencia de la importancia de nuestra participación ciudadana y nos comprometamos a ser parte de la realidad de nuestro país estaremos contribuyendo con el progreso de nuestra sociedad.Rodriguez Almy
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